Cuando era niño y comíamos en familia frente al televisor, a mi padre le gustaba decir que en verano, España se para. Todo venía porque en los telediarios contaban cualquier cosa por ininteresante que fuese. Por ejemplo, que un perro había mordido a una niña y no al revés, como más tarde me asegurarían en la facultad que era el paradigma de lo noticioso.
Muchos días como este, me acuerdo de aquellos ratos comiendo pollo asado junto al ventilador y se me pasa por la cabeza que, quizá, el parón era tan solo aparente.
Pienso en eso porque los veranos en la editorial son así: aparentemente tranquilos. Aunque no haya lanzamientos nuevos, todo el trabajo de los libros de otoño se amontona en estos meses. Es razonable, por supuesto, porque muchos autores utilizan la relajación veraniega para escribir y terminar los manuscritos. Pero la situación es anómala. De puertas para dentro, todo bulle: últimas revisiones de aquel libro, presupuestos de imprenta para el otro, que si firmas para la Feria del Libro de Madrid o notas de prensa para la rentrée. Sin embargo, de cara a la galería, todo está manso y en calma como el agua de una piscinita hinchable durante las horas de siesta.
Por eso mismo, para animar un poco el cotarro, y para celebrar que ya hay más de mil personas suscritas a este boletín, hemos pensado en obsequiar a uno de vosotros con un buen puñado de nuestros libros más viajeros, que son todos estos:
Algunos de nuestros libros de la rentrée
Si esto te sabe a poco, aquí van algunas de nuestras novedades de septiembre y octubre.
Los irrelevantes, de Guillermo Abril
7 de septiembre
Los irrelevantes es un libro en movimiento, un gran reportaje que recorre Trípoli, Shenzhen, Hong Kong, Madrid, Los Ángeles, Addis Abeba, Kigali, Palmira o Londres en busca de voces e historias que nos expliquen el presente. Reflejo de una época hiperveloz y caótica, en la que todo parece suceder a la vez, sus decenas de protagonistas muestran la complejidad de esta jungla global en la que la responsabilidad de la violencia y el hambre quedan diluidas. Donde las consecuencias de ciertas decisiones ocurren a miles de kilómetros de distancia y los algoritmos que rigen las grandes corporaciones operan como cajas negras cuyo funcionamiento ignoran incluso quienes las crearon.
Contra la distopía, de Francisco Martorell Campos
Octubre
La distopía ha dejado de ser una rama de la ciencia ficción atiborrada de títulos minoritarios y agraciada con éxitos dispersos para convertirse en una fórmula que no deja de producir a los fans multitud de best-sellers, blockbusters y cachivaches de merchandising. Su influencia en nuestro imaginario es tal que no es extraño escuchar que este es un presente distópico. Francisco Martorell Campos despliega una contundente crítica contra un fenómeno nada inocente. ¿Qué ideología y qué estrategias se esconden tras la distopía?